Después de casi un mes de lluvias y mal tiempo las ganas de salir al campo eran enormes.
Tanta agua y humedad acumulada, sólo podía tener una consecuencia, disfrutar de una segunda primavera en pleno mes de agosto, así que con la mochila y la cámara de fotos en mano me decidí a ir al parque natural de Pagoeta en Gipuzkoa, del que mi amiga Julia tan bién me había hablado.
Así que después de disfrutar de ésta "explosión verde" acudimos a la visita de antigua ferreria y molinos de Agorregi, para después pasar la tarde en otro bonito municipio gipuzkoano, Elgeta, donde tras recorrer los montes Intxortas con sus recreaciones de las trincheras y casamatas de la guerra civil se puede pasar uno por el centro de interpretación de dichos sucesos situado en el casco urbano de dicho pueblo, merece la pena la visita, y si se quiere completar un día estupendo, siempre se puede pasar uno por el señorial Elorrio y su famosa necrópolis... así que... el día se empezó en "Argiñano" y se terminó en "Argiñeta"