Y como en tan pocos kilómetros cambia el paisaje tan drásticamente, mar, montaña, pueblos, ciudades, diferentes colores, azul, verde, los tejados rojizos..... todo en el mismo saco.
Como curiosidad, pasamos por el antiguo parque de atracciones de Artxanda, parecían unas pirámides mayas en medio de la selva.... todavía se puede apreciar el zoo, las piscinas, el auditório, las pistas de karts.. etc... siempre que pasas junto a él, no puedes evitar la melancolía de los recuerdos de la niñez, y como yo, supongo que le pasará a mucha gente... que pena de instalaciones.
Y colorín colorado, la avioneta, ha aterrizado....